Mala calidad de aire: un grito de auxilio a los gobiernos locales y nacionales
- La ciudad más contaminada es Bogotá con (15.1) μg/m3, teniendo en cuenta Población ponderada, concentración promedio de PM2.5 de 2022 (μg/m3)
- Este reporte indica la gravedad del costo de la contaminación del aire en la salud humana.
- Las emisiones de vehículos, la generación de energía, incendios forestales y la operación industrial, siguen siendo las principales fuentes de contaminación del aire
La mala calidad del aire sigue siendo un factor determinante cuando se habla de salud ambiental. A este fenómeno causado por el ser humano se le atribuyen más de 6 millones de muertes a nivel global y más de 90 mil millones de días vividos con enfermedad, lo cual implica un costo económico de más de USD$8 billones, es decir, casi el 6,1 % del PIB mundial anual. No obstante, organizaciones internacionales como Greenpeace se unen al llamado a diferentes entidades estatales para trabajar en reducir el impacto de esta problemática que agrava condiciones de salud tales como el cáncer, enfermedades pulmonares, cardíacas y muertes prematuras.
Para este año, la Organización IQAir, especializada en tecnología de la calidad del aire en conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Greenpeace y el Programa para los Asentamientos Humanos (ONU - Hábitat) participaron en la validación del informe de Calidad del Aire Global IQ Air 2022, el cual brinda información concisa sobre el estado y la calidad del aire de 7.321 ubicaciones en 131 países, territorios y regiones.
En cuanto a los resultados a partir de la medición PM2.5 o Materia Particulada (por sus siglas en inglés), Colombia se encuentra en la posición 63 de los países analizados y es el quinto en Latinoamérica con peor calidad de aire. En este estudio, se analizaron 12 ciudades que, pese a que mejoraron significativamente en comparación con el 2020 y 2019, la concentración de PM2.5 en el aire sigue siendo muy alta, entre el doble y el cuádruple del promedio anual de la Guía de calidad del aire de la OMS (5 ug/m3).
Así mismo, es importante destacar que el promedio PM2.5 en Colombia aumentó a 15,5 ug/m3, frente a los 14,1 μg/m3 de 2021, aumento que se debió en parte a los incendios forestales en la Amazonía colombiana durante la época seca del 2022 y es que si bien los datos de los meses de la temporada de lluvias de 2022 registraron concentraciones más bajas de PM2.5 en relación con 2021, la mala calidad del aire experimentada durante la época seca en el país, compensó todas las ganancias incurridas durante la temporada de lluvias, lo que implica un aumento en los promedios anuales de este último informe.
Cota, uno de los 116 municipios del país hizo parte de este informe y arrojó que las altas concentraciones de PM2.5 en el territorio se deben principalmente a la variedad de industrias operativas y rellenos sanitarios cercanos a la zona y que contaminan el aire de los alrededores de Bogotá.
“Sin duda, hay que ser muy precisos en decir que las regulaciones nacionales deben acoplarse cada vez más a las de la OMS (Organización Mundial de la Salud) para cumplir con lo establecido, asegurar la salud de las personas y evitar más muertes”. puntualizó Tatiana Céspedes, Directora de Campañas de Greenpeace Colombia.
Por otro lado, Bogotá continúa implementando estrategias que permitan la reducción significativa de concentraciones de PM2.5. La más reciente alerta ambiental que estableció la Alcaldía de Bogotá permite visualizar mucho más esta problemática y optar por estrategias más contundentes. La movilidad es la actividad que genera la mayor polución en la capital, el 60% provienen de las motos, carros, buses, o camiones. Muchos de estos contaminantes son los que se están respirando. Es decir, se estima que el 80% de las partículas PM2.5 son generadas por los vehículos y las calles sin pavimentar son una fuente importante de material particulado, especialmente en zonas o localidades y barrios de bajos ingresos. y como dato a resaltar, los vehículos que viajan por vías sin pavimentar generan cinco veces más PM10 y el doble de PM2.5 que en vías pavimentadas.
Ante esta problemática el reto que tiene Colombia es trabajar en políticas que implementen estrategias de reducción de emisiones y reducir el uso de fuentes contaminantes, entre ellas el transporte y la industria. “Colombia debe comprometerse a mejorar la calidad del aire. Combinadas, las estrategias diseñadas para enfocarse en los mayores emisores de partículas finas (PM2.5), incluida la reducción del uso de vehículos privados, los controles para las fuentes industriales, las flotas de vehículos de baja y cero emisiones y los sistemas de limpieza vial ayudarán a lograr una buena calidad del aire a corto plazo. y a largo plazo” aseguró Tatiana Céspedes, Directora de Campañas de Greenpeace Colombia.
En definitiva, el llamado de las diferentes organizaciones internacionales al Gobierno se enfoca en seguir la ruta hacia un futuro más saludable invirtiendo en energías renovables, participando en regulaciones de protección ambiental y apoyo a los ciudadanos, conocimiento y seguridad. El aire no da tregua y a gritos pide auxilio.
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