Habilidades para el futuro: Preparándonos para las necesidades emergentes

 

Habilidades para el futuro: Preparándonos para las necesidades emergentes

Por: Paola Sierra, Business Development Manager de Laboratoria

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Cada 24 de enero se conmemora el Día Internacional de la Educación, con el objetivo de concientizar sobre este derecho humano, que es un bien público y de responsabilidad colectiva. Quienes trabajamos para alcanzar una mayor igualdad en América Latina sabemos la importancia de la educación en el desarrollo de nuestra región. Hoy, considerando que tenemos un mundo que cambia aceleradamente y un entorno laboral cada vez más desafiante, vale la pena preguntarnos: ¿qué habilidades se necesitan para el mundo actual y del futuro?
En primer lugar, hemos visto el avance de los sistemas educativos -en varios niveles y desde diferentes sectores- para alcanzar un balance entre conocimientos técnicos y académicos, y el desarrollo de habilidades para la vida (conocidas como soft skills), pues en un mundo cada vez más automatizado, las aptitudes humanas son las que marcan la diferencia y, por lo tanto, se han vuelto indispensables en el mercado laboral.
Lo anterior ha derivado en una creciente necesidad de adquirir habilidades como la resolución de problemas, pensamiento crítico, comunicación efectiva, adaptabilidad y aprendizaje rápido, entre otras, las que incluso pueden llegar a jugar un papel determinante en la consecución de empleos. De acuerdo con la consultora en recursos humanos, Michael Page, el 62% de los gerentes de contratación valoran más las habilidades blandas que el conocimiento técnico. Así mismo, un estudio realizado por LinkedIn, reveló que el 92% de los profesionales están conscientes de que estas habilidades son esenciales para el mundo laboral.
Sin embargo, no se debe perder de vista que no son las únicas herramientas a considerar. Entendiendo que la educación es un proceso de toda la vida, todos y todas deberíamos prepararnos para un futuro cada vez más digital. De acuerdo con un estudio realizado por Mobile World Capital Barcelona, desde 2018 la demanda de profesionales especializados en carreras digitales se ha incrementado en un 49% y, más allá de estas carreras, profesionales de todos los roles hoy buscan adquirir habilidades digitales para seguir avanzando.
Al elegir estos programas, los y las estudiantes no solo se preparan para el presente, también lo hacen para los desafíos y oportunidades del mañana. Sin embargo, el acceso a la formación en tecnología aún no es equitativa y la participación de las mujeres en estos roles lo demuestra. De acuerdo a cifras recolectadas por Techopedia, hoy tenemos un 32% de mujeres trabajando en tech a nivel mundial, porcentaje más bajo que en 1984, cuando llegaba a un 35%.
En Colombia, por ejemplo, cifras del observatorio TI del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic), dan cuenta de la participación de hombres en la industria tecnológica en un 61%, mientras las mujeres llegan a un 39%. Aún es muy marcada la brecha de género dentro del ámbito de la educación y la transformación digital en el país. Amcham Colombia, en su artículo “El papel de la mujer en la industria tecnológica”, destaca cómo las becas otorgadas por el Gobierno colombiano son ocupadas en un 76% por hombres y en un 24% por mujeres.
Si verdaderamente queremos abrir oportunidades educativas para todos y todas, debemos enfocarnos en generar espacios que permitan a las mujeres prepararse integralmente para abrirse camino en este campo laboral.
Es evidente que la educación continuará evolucionando para satisfacer las necesidades de un mundo en constante cambio. La integración de la tecnología en los sistemas educativos se profundizará, y con ella, la necesidad de habilidades que gestionen la intersección entre lo humano y lo digital. Asimismo, la educación del futuro -que considere al aprendizaje como un proceso a lo largo de toda la vida- tendrá que ser más personalizada, inclusiva y centrada en desarrollar las fortalezas individuales, al tiempo que se refuerza la capacidad de trabajar colaborativamente en entornos diversos y multiculturales.

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