- “POBRES CRIATURAS”: TODO SOBRE LA ICÓNICA SECUENCIA DE BAILE CREADA POR LA COREÓGRAFA LATINOAMERICANA CONSTANZA MACRAS
- LA RECONOCIDA ARTISTA COMPARTE DETALLES DE LA DANZA INTERPRETADA POR EMMA STONE Y MARK RUFFALO EN EL FILM DIRIGIDO POR YORGOS LANTHIMOS
- LA ACLAMADA PELÍCULA GANADORA DE 4 PREMIOS OSCAR®, LLEGA HOY A STAR+
Tras su paso por los cines a comienzos de este año, y luego de haber ganado cuatro premios Oscar® incluyendo el de Mejor actriz protagónica para Emma Stone, “Pobres criaturas” llega hoy, 20 de marzo a Star+ para introducir a nuevas audiencias al fascinante mundo de Bella Baxter (Stone). En la película del realizador Yorgos Lanthimos (LA LANGOSTA, LA FAVORITA), Bella es una joven que vuelve a la vida mediante un experimento del científico Godwin Baxter (Willem Dafoe). Ansiosa por descubrir el mundo que la rodea, la joven inexperta deja atrás su hogar en Londres para recorrer distintas ciudades y experimentarlo todo de la mano de Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), un abogado astuto y libertino.
Desde su estreno en cines, “Pobres criaturas” viene alojando en la retina colectiva numerosas escenas extraordinarias entre las que se encuentra la cena en Lisboa, en la que Bella y Duncan protagonizan una singular secuencia de baile creada por la reconocida coreógrafa argentina Constanza Macras.
Desde Berlín, donde reside y está al frente de su compañía de danza y teatro DorkyPark, Constanza Macras revela detalles poco conocidos del proceso de creación del baile de Bella y Duncan.
Tras haber colaborado con Lanthimos en su película de 2018 LA FAVORITA, Macras fue convocada nuevamente por el director para dar vida al baile de Bella y Duncan. La secuencia tiene lugar en Lisboa, la primera escala en el viaje de descubrimiento de la protagonista, quien todavía siente extrañamientos en el cuerpo de mujer que se le ha dado a través del experimento de Godwin.
Cuenta Macras que Lanthimos compartió el guion completo del film con ella, lo que le permitió entender de dónde venía y hacia dónde iba Bella, y sus implicancias desde el punto de vista del baile y el movimiento. “Tomé la idea de una niña que no controla su cuerpo, de alguien que tiene un cerebro que no es propio y que por lo tanto se mueve descoordinadamente”, señala la coreógrafa, y agrega: “Por otra parte, la danza se da en un momento en el que Bella se empieza a querer liberar de Duncan. Se fue con él a Lisboa, empieza a experimentar el mundo y ahora siente su control. Deja de estar obnubilada por él. Esta danza marca ese quiebre”.
El resultado es una coreografía poderosa que evidencia el primer conflicto entre los personajes, con influencias que van desde el tango y el folclore portugués hasta el twerking, pero que a su vez -fiel al estilo de Yorgos- no se asemeja a nada de todo eso.
La escena del baile, incluyendo la secuencia de pelea subsiguiente que también coreografió Macras, presentó algunos desafíos durante el rodaje. “Grabamos en Budapest en plena pandemia de Covid-19, así que los extras que participan del baile iban cambiando constantemente porque se enfermaban y debían ser reemplazados. Eso implicó empezar de cero una y otra vez”, cuenta, al tiempo que agrega que cada uno de ellos recibía indicaciones en húngaro por auricular para facilitar el trabajo durante las 15 horas de rodaje que requirió la secuencia. En total, Macras creó tres coreografías para los extras, que no eran bailarines profesionales.
La altura de los actores, las características de los personajes, el momento en que transcurre el baile dentro de la historia y el estilo de Lanthimos fueron algunos de los factores que se tuvieron en cuenta para armar la danza protagonizada por Stone y Ruffalo.
Macras y su equipo ensayaron junto a la actriz y el actor durante dos semanas, en lo que resultó un proceso enriquecedor y gratificante para todos. Los artistas hicieron aportes desde sus visiones de los personajes e imprimieron su sello en la escena. En el caso de Stone, su experiencia previa con la danza para la película de 2016 LA LA LAND facilitó aún más el proceso. Juntos, los artistas trabajaron intensamente para materializar la visión de Macras y Lanthimos para ese momento del film.
Macras asegura que trabajar con Lanthimos es una experiencia enormemente enriquecedora. A diferencia de las obras teatrales que dirige, en las que ella tiene el control creativo total, el proceso de cine la coloca en otro lugar. “Acá soy un instrumento para una parte de un guion que es la visión de otro. Implica insertarse en el engranaje que es una película, con muchas partes funcionando en simultáneo”, señala Macras.
Según la coreógrafa, la belleza del trabajo de Lanthimos radica en el uso que hace del movimiento dentro de sus historias. “La forma en que usa la danza no es decorativa. Es profunda, graciosa y dramática a la vez. Tiene múltiples funciones dramatúrgicas que le aportan mucho a la trama en el momento en el que están. Además, la usa para marcar giros en las relaciones de los personajes”, explica Macras, y concluye: “Me gusta trabajar con él porque no tiene una forma simplista de usar el movimiento, sino todo lo contrario”.
Al momento de analizar su trabajo en “Pobres criaturas” y en el resto de sus obras, Macras no duda en asegurar que sus orígenes latinos permean en todo lo que hace. Cuenta que sus creaciones están colmadas de referencias a textos, música y otras piezas de arte argentino y sudamericano, pero cree que la impronta incluso va más allá. En este sentido, concluye con orgullo: “La forma en que me muevo y la manera en que pienso el movimiento tiene que ver con el lugar de donde vengo. Aunque viva en Europa desde hace más de treinta años, está en todo lo que hago”.
“Pobres criaturas” estrena hoy en Star+.
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