LAZOS DE VIDA (ONE LIFE) “Si algo no es imposible, entonces debe haber una manera de hacerlo…” Sir Nicholas Winton, 1909 - 2015
SINOPSIS
ONE LIFE cuenta la historia real de Sir Nicholas ‘Nicky’ Winton, un joven corredor de bolsa londinense que, en los meses previos a la Segunda Guerra Mundial, rescató a 669 niños de los nazis. Nicky visitó Praga en diciembre de 1938 y se encontró con familias que habían huido del ascenso de los nazis en Alemania y Austria viviendo en condiciones desesperadas, con poco o ningún cobijo y comida y bajo la amenaza de la invasión nazi. Inmediatamente tomó consciencia de que se trataba una carrera contrarreloj. ¿A cuántos niños podrían rescatar él y su equipo antes de que se cerraran las fronteras?
Cincuenta años más tarde, en 1988, Nicky vive atormentado por el destino de los niños que no pudo poner a salvo en Inglaterra, siempre culpándose por no haber hecho más. No es hasta que un programa de televisión de la BBC en vivo, That's Life (Así es la vida), lo sorprende presentándole a algunos niños sobrevivientes, ahora adultos, cuando por fin empieza a aceptar la culpa y el dolor que ha arrastrado durante cinco décadas.
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN | La adaptación del libro
La primera vez que los productores Emile Sherman e Iain Canning hablaron sobre la historia de Nicholas Winton fue cuando cofundaron See Saw Films hace más de 15 años, tras haberse topado con un video de una emisión de ‘That’s Life’.
Emile Sherman afirma, “Sabíamos que el primer paso era conocer a Nicholas Winton, de quien podíamos deducir por el video de televisión que era un hombre muy humilde”. Iain Canning agrega, “Tuvimos mucha suerte de conocer a Nicholas Winton antes de que falleciera. Era una persona sumamente modesta y generosa que sentía que la película no debía glorificarlo a él sino celebrar el modo en que una persona de lo más común puede generar un impacto enorme”.
Con la bendición de Barbara Winton, hija de Nicholas, See-Saw se puso en contacto con la guionista Lucinda Coxon para adaptar el libro de Barbara “‘If It’s Not Impossible…”.
En colaboración con Barbara Winton, el equipo de guionistas tuvo acceso a los archivos y las cartas de Nicky, así como al libro de ella sobre su padre.
La productora, Joanna Laurie, describe el principal reto del desarrollo: “Tuvimos que hacer lo que a Nicholas le resultaba difícil: destacarse a sí mismo. No se veía a sí mismo como un héroe, así que nuestro desafío era contar esta extraordinaria historia honrando, al mismo tiempo, su humildad”. El título de esta película, ONE LIFE, puede tener diferentes significados para cada persona, pero creo que la película nos incita a todos a reflexionar, como hizo Nicky, sobre nuestras decisiones como individuos y como sociedad”.
El libro de Barbara Winton también fue un recurso esencial para el reparto. Con respecto a cómo se hizo una idea de Babi, la madre de Nicholas y abuela de Barbara, Helena Bonham Carter explica: “Barbara se llamaba así por Babi. Tuve mucha suerte de hablar con Barbara, de tener también su perspectiva como nieta, pero toda Babi estaba en su libro”.
Johnny Flynn, en su papel del joven Nicky Winton, añade, “El libro de Barbara fue una pieza fundamental de investigación para mí, junto con otros libros, incluido uno coescrito por Vera Gissing (uno de los niños salvados por Nicky)”.
Lamentablemente, Barbara Winton falleció a mitad del rodaje de la película.
1938 y 1988
Al hablar de los retos de unir los dos periodos de tiempo (1938 y 1988), Coxon explica, “Elegimos contar la historia con un salto temporal de 50 años en lugar de hacerlo de forma completamente lineal. Aunque los acontecimientos de 1938 son muy dramáticos, la cuestión era ‘¿cuál fue el impacto a largo plazo en todas las personas implicadas?’”.
Uno de los elementos que el guión debía abordar era la propia historia familiar de Nicky, y el modo en que dicha historia influía en él y en sus decisiones. Drake señala, “Su ascendencia judía significaba que estaba atento a todo lo que suponía ser un emigrante, desde el ascenso del nazismo en Europa. Le avergonzaba la traición de los Aliados al pueblo checo en el Acuerdo de Múnich”. Drake prosigue, “Nicky vio las consecuencias de ese acuerdo en términos humanos y estos campos espantosos donde los refugiados de Alemania, Austria y los Sudetes vivían en condiciones intolerables. Lo motivó la realidad que tenía delante y decidió hacer algo al respecto”.
Para Johnny Flynn, este aspecto del hombre era muy importante y cita el guion, “Nicky dice: ‘Soy europeo, soy socialista, soy agnóstico’. Su creencia, su fe, estaba puesta en la humanidad. Consideraba que todo el mundo era igual y que todas las vidas merecían ser salvadas. Tenía ascendencia judía, pero había sido criado como cristiano, y también era capaz de relacionarse con su propia familia judía originaria de Alemania”.
En cuanto a su atracción personal por el proyecto, que supone su debut como director cinematográfico, Hawes afirma, “Hay algo que me atrae de una historia real. Encontrar una historia tan humana y que resuene hoy en día por lo que cuenta sobre el mundo en el que vivimos, pero que también tiene una redención al final, un mensaje de esperanza, eso fue lo que me atrajo”.
Flynn concuerda, “Es raro leer algo que tenga una relevancia tan perdurable. Es un problema al que se enfrenta cada generación. Estamos perdiendo el contacto con el sentido de la decencia que encarnaba Nicky”.
Al sintetizar la historia de la época de la guerra, Sir Anthony Hopkins, quien interpreta a la versión mayor de Nicholas Winton, expresa, “Son varias personas, no un solo hombre, que salvan las vidas de niños que están a punto de ser consumidos en las cámaras de gas y los hornos de Auschwitz, Treblinka y Belsen”.
El productor Sherman agrega, “Él no fue el único salvador de estos niños ni mucho menos, Nicky formaba parte de un grupo. Es muy importante que la película rinda homenaje, no sólo a las increíbles personas que trabajaron con él para que esto sucediera, sino también dejar totalmente claro que Nicky lo reconoció. Nunca se puso a sí mismo en el centro, y eso es lo que lo hace tan extraordinario, y lo que da a la película semejante resonancia emocional. El equipo central, ya sea su madre Babi, Trevor, Martin o Doreen, algunos de los cuales se sacrificaron más y se pusieron en mayor peligro, es importante que sean homenajeados junto con él”.
Los jefes de departamento sintieron una responsabilidad similar al representar al grupo en su conjunto. La diseñadora de vestuario Joanna Eatwell afirma, “Doreen Warriner y Trevor Chadwick son fascinantes, fue una maravillosa colaboración de gente valiente”. El guión se esforzó por rectificar el mito que se ha creado en torno a Nicky como el heroico salvador individual de 669 niños, lo que al respecto Coxon y Drake añaden, “Si bien queríamos honrar lo que él hizo, también queríamos honrar a los otros jóvenes que trabajaron tan duro y con tanto valor en circunstancias increíblemente difíciles”.
Reconociendo la naturaleza inevitable de los titulares de las noticias, Hawes añade, “Uno tiende a contar la historia del sobreviviente; de la persona que acaba en ‘That's Life’, a quien nombran caballero. Sin embargo, Nicky sería el primero en decir que no estaba solo, y en silencio recordamos a Trevor, Doreen, Martin y todos los demás”.
Flynn considera la llegada de Winton a Praga como un nuevo punto de vista sobre la situación política para el resto del grupo, que ya había estado rescatando a refugiados políticos, “Él fue capaz de decir ‘oye, tenemos que salvar a los niños’. Había un nihilismo que se había instalado con Doreen y los demás, se enfrentaban a un maremoto. Necesitaban a alguien que viera las cosas de otra manera”.
Garai profundiza, “Debido a la situación económica en Gran Bretaña, y en otros países como Estados Unidos, había mucha resistencia a los refugiados, así que fue un trabajo increíblemente duro y cuesta arriba”. Doreen Warriner escribió elocuentemente en su libro sobre los esfuerzos y el peligro que corría la gente, y la dificultad de transmitirlo a los gobiernos y a la gente en el extranjero. Fue Nicky Winton quien los animó a centrar sus esfuerzos en los niños que corrían más peligro y eran más vulnerables; y quizá el caso más fácil de defender en el extranjero: rescatar a personas que corrían un riesgo inminente de persecución y posible asesinato”.
Lena Olin, quien interpreta a Grete Winton, la esposa de Nicky, de origen danés, afirma, “Aquellas personas que se involucraron y vieron cómo se desarrollaba la catástrofe sufrieron más que aquellos que hicieron la vista gorda. Nicky vivió con ese dolor de no haber podido salvar a más niños toda su vida”.
Garai concluye, “Figuras históricas como Doreen podrían quedar fácilmente fuera de los libros de historia. El respeto por la historia, para contarla con exactitud y representar a las personas que desempeñaron un papel tan importante en salvar las vidas de estos niños, lo que vale también para la parte contemporánea de la historia, requiere la debida diligencia, escuchar todas sus voces."
En relación con la versión mayor de Nicky, el director Hawes admite, “Sabía muy poco sobre Nicholas Winton, aparte del famoso video de 'That's Life’, así que me sorprendió todo lo que había que saber sobre él. Fue conductor de ambulancias y viajó a Europa continental en varias ocasiones, y eso no es todo. Participó en el proceso de reparaciones de posguerra para devolver a su origen artículos saqueados, sobre todo de la comunidad judía”.
Llevar a cabo la selección no sólo de uno, sino de dos Nicholas Winton, fue una tarea nada desdeñable: en primer lugar, encontrar al actor que pudiera cargar con toda la experiencia vital del hombre mayor. El productor Canning comparte, “Cuando Barbara leyó el primer borrador del guión nos llamó para decirnos que Anthony Hopkins sería perfecto para el papel, con lo que por supuesto estuvimos de acuerdo, pero nos dejó frente a un gran reto, ya que contar con Anthony Hopkins para que leyera el guión y quisiera interpretar a Nicky estaba más allá de nuestros sueños más descabellados. Sin embargo, increíblemente, lo hizo, y fue mágico para todos nosotros saber que teníamos a un actor extraordinario interpretando a un hombre que fue un humanitario tan inspirador”.
Con Hopkins para interpretar al Winton mayor, comenzó la búsqueda para encontrar al actor adecuado con el alma para interpretar al joven Nicky que encajara con el aspecto y el estilo de Hopkins. El productor Guy Heeley recuerda, “Desde el principio, decidimos rodar el material con Anthony primero y Johnny después, para que Johnny pudiera ver el modo en que Anthony se movía y qué características del hombre mayor elegía Anthony. Entonces, Johnny podría desplegar las mismas características”.
Flynn visitó el set cuando Hopkins estaba rodando en el Reino Unido y cuenta, “Enganchándome a la interpretación de Anthony e intentando que hubiera un puente entre nosotros, observé y estudié sus movimientos, su ritmo”. Heeley agrega, “Ellos consiguieron unirse como uno solo, captando la intensidad y la vulnerabilidad de este hombre que hizo algo increíble pero que no tuvo la oportunidad de hablar de ello, dejando así que la carga de ello se filtrara por su cuerpo”.
Los días de producción conllevaban escenas largas y muy complejas de cinco o seis páginas, explica Heeley, “Anthony es una de las personas más increíbles con las que uno puede compartir el set. Él quería hacer un gran trabajo, y cuanto más difícil era, más entusiasmado estaba con el trabajo; le encantaban los retos”.
Un aspecto fundamental para representar al Nicholas mayor fue su vida familiar, y el apoyo y el amor de su esposa Grete, interpretada por Lena Olin. “La historia de amor de Nicky y Grete es preciosa, muy contemporánea. Tuvieron una historia de amor moderna en el sentido de que eran muy unidos y eran iguales el uno al otro; compartían todo: el dolor y el humor, la lucha y la pelea, y la alegría”.
El productor Laurie observa, “Lo que me sorprendía constantemente de Nicholas Winton era lo pragmático que era. Se limitaba a poner un pie delante del otro. Suena muy sencillo, ¡pero no lo es! A menudo me encuentro repitiendo su mantra: ‘Si no es imposible...’”.
Nicholas Winton siempre decía que Trevor Chadwick hacía el trabajo peligroso. Trevor se quedó en Praga, renunció a su trabajo como docente y se ocupó de tratar con los nazis y negociar con la Gestapo para obtener las visas. Al igual que Nicky, Trevor nunca habló de sus experiencias. Habiendo soportado juntos este increíble viaje, los dos hombres perdieron el contacto entre sí, atormentados para siempre por lo ocurrido con el noveno tren y los niños perdidos.
Alex Sharp, quien encarna el papel de Trevor Chadwick, lo describe como un hombre de inmensa modestia, como Winton. “Entre la modestia y el dolor de lo ocurrido con el noveno tren, conscientemente o no, trató de despegarse de ello todo lo que pudo”. Sharp añade, “Los momentos de éxito son enormes y es fácil que la gente que no forma parte de este grupo estrecho diga, ‘¡Miren lo que han hecho!’ Pero ellos habían caminado por los campos de refugiados; conocían a todos los niños, sus nombres, las pecas de sus mejillas, el espacio entre sus dientes. Y esos niños murieron. Te destroza, y creo que a Trevor lo destrozó”.
Doreen
Académica con una larga carrera en Europa, Doreen Warriner era lingüista y hablaba varios idiomas. Garai afirma, “Doreen había participado de diversas maneras en labores de rescate y beneficencia. Pero este fue un proyecto del que acabó haciéndose cargo. Lideraba un pequeño grupo que identificaba a las personas en peligro, intentaba documentarlas, mantenerlas en casas seguras y luego solicitar visas a gobiernos de todo el mundo y organizar el transporte para sacarlas de allí”.
En estrecha colaboración con todos los departamentos implicados en dar vida a un personaje, Garai agrega, “Como actor, en cada interacción que mantienes con el vestuario, peluquería y maquillaje, hablar con el departamento de utilería, todo el mundo va más allá en este proyecto; contar una historia como ésta es un acto de amor. Teníamos fotos de Doreen y conversaciones fascinantes sobre una mujer que se preocupaba por verse elegante y que la tomaran en serio, pero que también tenía que entrar y salir de los campos de refugiados y correr por la ciudad. Cuánto tiempo habría tenido para peinarse, por ejemplo”.
Babi
La infatigable madre de Nicky, la emigrante alemana Babi, es interpretada por Helena Bonham Carter, quien afirma, “Babi y Nicky tenían muchos gustos en común, como la ópera, incluso les gustaba coser tapices. Eran muy unidos, y ella era alguien en quien él podía confiar para sacar adelante un trabajo. Ambos tenían una gran dosis de descaro, y ella le inculcó la seguridad de que podía hacer todo lo que se propusiera”.
Coincidiendo, Flynn añade, “Cuando conoces a Babi, te das cuenta de muchas cosas sobre Nicky y su personalidad”. Forman una base londinense para la organización, convirtiendo su casa familiar en esta sala de máquinas; Nicky revela las fotografías que ha tomado de los niños, todas las solicitudes de visado, los documentos que necesitan reunir. Babi tiene el mismo nivel de compasión y voluntad de ayudar, y un gran sentido del humor. Ella conformó una fuerza enorme dentro de esa parte de la operación”.
Hawes coincide, “Babi es un personaje muy fuerte, y esa relación es crucial, tanto para hacer de Nicky el hombre que quería hacer esto en primer lugar, como para estar a su lado durante horas y horas, intentando transportar a los niños sanos y salvos”.
Reconociendo el conflicto emocional para Babi, Bonham Carter expresa, “Ella se muestra reticente porque la situación a la que se enfrentan es muy peligrosa. Él se está metiendo en la boca del lobo y, si bien no se hace explícito, Nicky es de procedencia judía. Se llamaban Wertheim, hasta 1937, así que el cambio de apellido de Winton es muy reciente en la línea temporal. Y aunque Babi bautizó a Nicholas, ella y su marido eran judíos alemanes, ambos de Nuremberg. Ella también sobrevivió a la Primera Guerra Mundial, sabe lo que es sobrevivir a los prejuicios, así como lo que está ocurriendo con los judíos en Praga. Está asustada, por supuesto, pero cuando él regresa con esta idea, creo que se siente muy orgullosa”.
A los retos a los que se enfrentó el director James Hawes en su largometraje debut se sumó un rodaje de 33 días, en dos países y dos periodos de tiempo diferentes, en los que trabajó con dos equipos en dos idiomas diferentes. Su coprotagonista Flynn afirma, “Es una historia increíblemente ambiciosa de contar, [en términos de] la escala y, literalmente, los trenes, aviones y automóviles”.
Desglosando la logística y los distintos aspectos de cada época, Hawes explica el trabajo que llevó a cabo con el director de fotografía Zac Nicholson: “Dos líneas temporales son siempre un reto. La clave es ir con el personaje y el estado de ánimo en ese momento. Para la versión mayor de Nicky, que vive con su pesar, atormentado, a un ritmo más lento, nos pareció que podía contarse con una cámara bastante estática, con colores tenues, y encuadres amplios y sencillos en los que el hombre estuviera solo dentro del espacio”. Al pasar de los años 80 a los años 30, Hawes continúa, “Tenemos un joven mucho más activo, el tiempo corre, hay más urgencia, así que le dimos color; la cámara está en mano la mayor parte del tiempo, ya que Nicky está en una misión y la cámara viaja con él sobre su hombro”.
Para Hawes y los productores era importante rodar en Praga y hacer uso de las auténticas localizaciones praguenses, incluido el verdadero andén de la estación en el que los niños se despidieron de sus familias y partieron hacia Inglaterra. Una estatua de bronce de Winton con dos niños pequeños y una maleta marca el lugar histórico al final del mismo andén.
En cuanto al diseño del vestuario de los múltiples artistas secundarios así como del reparto principal, Eatwell explica su proceso de investigación para garantizar la precisión histórica: “Hablamos con las familias, miramos los libros, encontramos fotos familiares. Pero luego ampliamos la búsqueda y prestamos atención a la población general. En una obra como ésta, con gente desplazada, ¿qué es lo que se llevan? Es construir a la gente, cambiar su forma, otorgarles matices. Las personas son realmente voluminosas y sólidas, llevan el calzado adecuado, intentando dar la sensación de que son personas en movimiento que llevan puesto todo lo que pueden”.
La diseñadora de peluquería y maquillaje Karen Hartley Thomas utilizó los álbumes de recortes de Nicky: “Las referencias que tomamos de sus álbumes, sobre todo en el caso de los niños; cuando creamos a los niños, nos basamos en todas las referencias que pudimos. Trabajamos mucho en esos niños. Buscamos imágenes, todo lo que pudimos conseguir. Nunca se va a imitar exactamente a la gente, pero se debe captar su esencia”. Hartley Thomas continúa, “También tuvimos que diferenciar entre la gente de Praga y la de Londres, destacar la diferencia entre las clases, así como la diferencia entre los países”.
Eatwell añade, “Esto es el principio de la guerra. No son campos de concentración, la gente aún no está tan desgastada. No queríamos que tuviese un aspecto andrajoso, ya que podríamos ser tú o yo. Se trata de alguien que sale de su casa con su ropa buena, diferentes tipos de personas, porque esta historia se trata de todos; nadie está a salvo. Se trata de personas que son arrancadas de sus casas y de sus vidas sin previo aviso”.
Reconociendo el delicado equilibrio necesario en toda la película para contar la historia, el compositor Volker Bertelmann afirma, “La música no podía ser demasiado melodramática, pero al mismo tiempo hay que tocar las emociones; en cierto modo, es una película mucho más introvertida”.
El álbum de recortes forma parte de las historias de Kinder y Nicky, por lo que también formaba parte integral de la película, y su duplicado tenía que ser exacto. Hawes explica, “El verdadero álbum de recortes está en el museo de Israel, en Yad Vashem, pero hay facsímiles fabulosos, y el departamento de arte creó uno que es lo más real posible, incluso al tacto y al olfato. Es muy conmovedor, va desde la textura de la vida en la ciudad de Praga, justo antes de la guerra, hasta las fotos individuales de algunos de los niños. En muchos sentidos, eso es a lo que damos vida, y el álbum de recortes es un icono increíblemente importante a lo largo de la película; es lo que cubre nuestra historia a lo largo de los años”.
Los niños y sus familias
En la película se cita un proverbio en hebreo, parafraseado como ‘Salva una vida, salva el mundo’.
En colaboración con organizaciones como el Holocaust Educational Trust (HET) y la Asociación de Refugiados Judíos (AJR), la producción consultó a cuatro de los ‘Niños de Nicky’ y a sus familias, las que generosamente colaboraron con el proyecto con sus experiencias y apariciones especiales.
Nota: Los niños salvados en el Rescate de Praga se denominan ‘Kinder’ o ‘Nicky's Children’. El término ‘Kindertransport’ se refiere oficialmente al programa organizado por el Reino Unido. El Rescate de Praga no formaba parte de él. Con el tiempo, el término ‘kindertransport’ ha llegado a cubrir coloquialmente cualquier rescate de niños refugiados de lugares en riesgo de control nazi en los meses previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Los sobrevivientes se refieren a sí mismos indistintamente como los ‘kinder’ o los ‘Nicky's Children’.
Se calcula que más de 6.000 personas viven hoy gracias al rescate de Praga. Describiendo los retos a los que se enfrentaron Winton y su equipo para traer a los niños sanos y salvos al Reino Unido y encontrar familias de acogida, Hawes explica, “En el Reino Unido existía la creencia de que no corrían peligro; mucha gente decía, ‘no pasa nada, no hay problema, están en Praga, no en Austria o Alemania’. Otro problema era la burocracia británica y la xenofobia: los periódicos y los políticos decían, ‘Somos una isla pequeña y abarrotada. Aquí no hay sitio para más gente’. Nicky tuvo que luchar contra esos prejuicios, creando conciencia en la opinión pública, escribiendo artículos, mucho antes de que existieran internet o las noticias, y tuvo que difundir el mensaje a través de los periódicos, el boca a boca, las instituciones y las cartas para que la gente lo apoyara”.
Teniendo en cuenta la perspectiva de la época inmediatamente anterior al estallido de la Segunda Guerra Mundial, el productor Laurie afirma: “Nicholas no era un soldado, no luchaba en una batalla, sino que luchaba por la decencia humana. Si bien esta historia no muestra la Segunda Guerra Mundial, brinda una oportunidad para trazar algunos paralelismos importantes entre entonces y el mundo actual”. Drake añade, “Trata del humanitarismo y de plantear el interrogante ‘¿qué es el heroísmo?’”.
Flynn explica, “No es una película de guerra, es una historia humana, sobre gente real. No se trata de soldados, sino de personas que se ven comprometidas por un conflicto y el modo en que lidian con él; pequeños y grandes actos de heroísmo y sacrificio. Se trata del modo en que las personas se ayudan unas a otras en las grietas que surgen en medio de esos conflictos. Es la historia de un grupo de personas que ayuda a evacuar a los niños, una historia sobre lo que hacen los seres humanos cuando están sometidos a un estrés y una presión inmensos”.
Reflexionando sobre el compromiso permanente de Nicholas Winton de ayudar a los demás, Coxon afirma, “Él respondía a las necesidades humanitarias, cosa que hizo durante toda su vida. Cuando veía una necesidad, se ocupaba de satisfacerla, él sería la primera persona en decir que, al principio del proceso en Praga, no sabía que acabaría siendo una operación de tal envergadura”.
Garai concuerda, “Se trata de individuos que arriesgan su vida para ayudar a personas que lo necesitaban desesperadamente. En aquella época no existían grandes organizaciones de refugiados. Lamentablemente, seguimos necesitando a esas personas, y es importante reconocerlas, celebrarlas y preguntarnos siempre cuánto espacio podríamos dejar para los demás”. Haciéndose eco de este sentimiento, Vera Schaufeld añade, “Cuando Nicolás vio la persecución, actuó e hizo algo. Todavía hay muchísima gente que necesita refugio y está en peligro”.
El silencio nos hace cómplices. Coxon prosigue, “Por desgracia, es una historia que no pasa de moda. La moraleja de la historia de Nicky es que hay que hacer algo. Uno no tiene que resolver la guerra, no tiene que resolver la pobreza mundial, sólo tiene que contribuir”.
Volviendo a los niños salvados por Nicky, Trevor, Doreen, Babi y el equipo, ellos reflexionan sobre la importancia de mantener vivas sus historias para informar a las generaciones futuras. Lady Milena Grenfell-Baines afirma, “El tiempo pasa y muy pronto no quedará nadie que pueda dar fe de todo lo que ocurrió. Esto no debe volver a ocurrir”. Coincidiendo con ella, Lia Lesser agrega, “Quedamos muy pocos, tenemos entre ochenta y noventa años. Incluso hoy en día, mucha gente no conoce el Holocausto. Si la historia no se transmite, caerá en el olvido”.
Emile Sherman supone, “Vivimos en tiempos de tribus polarizadas. Esta película llega hasta el fondo, que todos somos humanos, nos debemos un deber los unos a los otros”.
Poniendo el foco en el espíritu humano y la fuerza de resistencia que retrata la película, Garai añade, “Es increíblemente raro que se nos recuerde lo maravillosos que pueden ser los seres humanos, y esta historia es capaz de afirmar categóricamente que, en las circunstancias adecuadas, la persona adecuada puede ser extraordinaria”.
Anthony Hopkins concluye, “Lo único que espero es que esta película transmita un mensaje para que no olvidemos, porque olvidamos muy deprisa”.
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