*Angela Gheller, directora de Productos para Manufactura en TOTVS
El panorama industrial en América Latina en 2023 no ha llegado a su punto máximo.
CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) indica que el nivel de producción industrial en agosto de 2023 estuvo 2,5% por debajo del nivel pre pandemia (febrero de 2020) y 16,7% por debajo del pico de la serie histórica de diciembre de 2013. De 27 actividades analizadas en el Índice de Producción Industrial (IPI) Latinoamericano, elaborado por la CEPAL, sólo 9 registraron un desempeño superior al período previo a la crisis sanitaria.
A pesar del escenario de 2023, las expectativas para la industria en 2024 son más positivas. La CEPAL proyecta un crecimiento del 2,1% para el sector el próximo año. El apoyo financiero y las medidas gubernamentales, como la promoción de la digitalización y la sostenibilidad, deberían impulsar el avance del segmento. Pensando en las perspectivas para 2024, algunos puntos merecen la atención de los actores del sector industrial.
1. Digitalización de la planta de producción
El primero de ellos es la importancia de ampliar la digitalización de la fábrica. La inversión tecnológica es un factor fundamental para la diferenciación, la calificación y la mayor competitividad de la industria nacional. Esto se debe a que, con la automatización, es posible obtener una gestión optimizada, con procesos bien definidos y organizados y datos calificados para la toma de decisiones, permitiendo una planificación estratégica a corto, mediano y largo plazo. Es fundamental desmitificar los miedos respecto a la tecnología, dejando de verla como un gasto y empezando a verla como una inversión. Hoy en día ya existen herramientas de movilidad de bajo costo que generan un impacto con alto valor agregado.
2. Industria del comercio electrónico
Otro punto que debería ganar protagonismo para este año es el aumento de la presencia de industrias en el comercio electrónico, en modelos de venta B2C (business to consumer) o D2C (direct to consumer). En un escenario impulsado por el comercio digital, muchas industrias se saltan pasos importantes para lograr un éxito rápido y retornos financieros. Sin embargo, es necesario prestar atención a completar el recorrido necesario para desempeñarse bien en el entorno digital y, sobre todo, adaptar la operación existente.
Es fundamental que las empresas realicen una cuidadosa planificación y analicen el nivel de madurez de la operación, entendiendo si es posible adaptarse para atender un mayor volumen y en plazos mejor definidos, a veces más cortos. También es necesario definir estrategias para entrar en el comercio minorista digital, comprender qué productos estarán disponibles y en qué condiciones de entrega, organizando también todo el aspecto logístico de la operación, que puede resultar compleja.
Otro punto importante es evaluar cuál es el mejor canal para poner en práctica esta estrategia, ya sea marketplace, e-commerce propio o ambos. También es fundamental adoptar herramientas y sistemas para realizar la gestión administrativa de todos los procesos, contar con un backoffice estructurado que califique el trabajo y la entrega, integrando ambos modelos de comercialización de la empresa.
3. ESG en la industria
Finalmente, sigo destacando la importancia de la evolución de la agenda ESG en la industria. Los inversores, los clientes, los proveedores y todo el mercado son conscientes de las exigencias de sostenibilidad medioambiental, gobernanza corporativa y aspectos sociales de las empresas, y esto también debe ser una realidad en el sector manufacturero, responsable de estos aspectos. Es un hecho que esta agenda pasa por sensibilizar, capacitar a las partes involucradas y adaptarse a una normativa que cambia constantemente. Y en este punto, la tecnología puede actuar para que las acciones sean más efectivas y bien planificadas.
Hoy, el mercado latino ya empieza el debate sobre la Industria 5.0 y el avance de diferentes tecnologías, como la implementación de IA Generativa y otras innovaciones en las rutinas de fabricación. Sin embargo, lo que siempre digo y sigo reforzando como premisa para 2024, es que es necesario tener una visión del camino, entendiendo que a medida que evoluciona la madurez de los procesos, las empresas pueden invertir en la sofisticación de esta digitalización hasta alcanzar Industria 4.0 – que comienza a dar sus primeros pasos reales en los países de América Latina.
El escenario puede parecer desafiante, pero las empresas que adopten un enfoque ágil y adaptable estarán mejor preparadas para prosperar. La colaboración, la resiliencia, la eficiencia operativa y el compromiso con prácticas sostenibles serán factores decisivos para el éxito. El sector industrial afronta un futuro prometedor, y quienes sepan adaptarse e innovar destacarán en un escenario inteligente, eficiente y consciente.
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