Ya sea para disfrutar de su calles empedradas, arquitectura colonial, festivales, atractivos naturales como lagunas, volcanes o paramos, o para probar sus comidas típicas como el cuy, sin duda Pasto es uno de los destinos más versátiles de toda Latinoamérica, por lo cual visitar esta región del país será siempre una gran experiencia tanto para nacionales como para extranjeros.
Según datos de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, ANATO, 10% más extranjeros visitaron Nariño entre el primer y el último trimestre de 2023 en comparación con 2022, mientras que el aumento de turistas nacionales fue del 23%, lo que posicionó a Pasto como el destino nacional que más creció proporcionalmente en número de búsquedas en el último año. Este crecimiento ha llegado acompañado de un aumento en la economía de la región, dinamizada por eventos como el Carnaval de Negros y Blancos, el cual en su última versión recibió una inversión de más de 7.000 millones de pesos por parte de la administración local y la cual se vio retribuida en un retorno de 73.000 millones de pesos en toda la cadena turística.
Estas son noticias alentadoras. La pregunta sería entonces, ¿cómo propender para que esa tendencia de reactivación económica en la región se mantenga?
Sin duda hay un requisito básico y se llama seguridad, ya que Pasto desafortunadamente continúa enfrentando índices de criminalidad, un síntoma que debe atenderse a tiempo, antes de que pueda incidir en la atractividad de la ciudad y perjudicar entonces su buena senda a nivel económico. Para esto, históricamente siempre ha sido la fuerza pública la encargada de velar por esta seguridad, no obstante, las organizaciones de seguridad privada también se han sumado como un aliado fundamental en esta tarea.
“Para reducir los índices de criminalidad en una ciudad, es esencial que la seguridad privada colabore estrechamente con la fuerza pública mediante la comunicación, la vigilancia y estrategias conjuntas para combatir el crimen organizado. Esto se facilita mediante el uso de nuevas tecnologías que permiten a los guardias realizar sus tareas diarias más rápidamente y con mayor precisión, incrementando así la productividad y la efectividad de sus operaciones de seguridad y protección”, según Julián Medina, experto en seguridad privada de Motorola Solutions.
Una de las innovaciones recientes son las tecnologías de radiocomunicación, su uso permite a las agencias de seguridad operar en áreas sin cobertura de celular u otros dispositivos, asegurando así una comunicación ininterrumpida. Además, estas tecnologías eliminan el ruido ambiente en entornos complicados, garantizando que los mensajes se transmitan con claridad, incluso en situaciones extremas, donde es fundamental escuchar con precisión los acontecimientos.
A esto, se ha sumado el aporte que brinda la Inteligencia Artificial, con sistemas de videovigilancia que pueden reconocer e identificar objetos en lugares inusuales, realizar reconocimiento facial, detectar comportamientos atípicos y alertar al guardia sobre posibles situaciones de emergencia que podrían prevenirse a tiempo.
Existen soluciones como Radio Alert que integran la gestión de video y analítica con los radios de dos vías, manteniendo al personal de seguridad siempre conectado. De esta manera, pueden recibir y reconocer alarmas desde su sistema de radios mediante mensajes de texto y/o alertas de texto a voz. Gracias a este avance, el personal de seguridad es notificado en tiempo real sobre eventos que requieran su intervención, sin necesidad de monitorear constantemente una pantalla de computadora.
“En la actualidad, las empresas de vigilancia deben combinar y coordinar la seguridad humana con sistemas de seguridad electrónica. Solo de esta manera se podrá gestionar con menos riesgos y vulnerabilidades, logrando mayor efectividad en la lucha contra la delincuencia. Sin duda, este es el gran desafío del sector para contribuir a la construcción de una ciudad más segura”, concluye Medina.
En definitiva, las nuevas tecnologías están transformándose en herramientas invaluables para la comunicación proactiva, permitiendo anticipar y prevenir crímenes. Es fundamental que Pasto se comprometa a integrarlas y aprovecharlas al máximo, al hacerlo, podrá avanzar hacia una seguridad genuina que no solo proteja la vida y la integridad física de sus habitantes, sino también resguarde el patrimonio de personas, empresas e instituciones.
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