En Colombia, la medicina estética atraviesa una transformación impulsada por tecnología avanzada, personalización y una creciente demanda de tratamientos no invasivos.
En este contexto, la clínica Essence, originada en Bogotá, se ha destacado como un ejemplo de éxito en el sector al integrar ciencia y tecnología para redefinir el concepto de belleza personalizada. Con un modelo de negocio consolidado, su próxima meta es expandirse hacia las principales ciudades del país y el mercado de Dubái, apoyada en una comunidad digital fuerte y el prestigio que su fundadora, la Dra. Laura Mosquera, ha construido.
La filosofía de la clínica se basa en una visión de la belleza como una expresión única de cada individuo, enfoque que la Dra. Mosquera define como una fusión de naturaleza, tecnología y arte. Para lograrlo, emplea tratamientos no invasivos, científicamente respaldados, que minimizan riesgos y tiempos de recuperación sin recurrir a la cirugía. Estos procedimientos abarcan innovaciones tecnológicas como el ultrasonido focalizado (HIFU) y la criolipólisis, permitiendo resultados personalizados que responden a características específicas de cada paciente, desde su tipo de piel hasta su estructura facial.
La expansión de este modelo de medicina estética no solo representa un logro comercial, sino que también consolida a Colombia como un referente global en el sector. Según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps), el país ocupa el tercer lugar en América Latina y el noveno a nivel mundial en procedimientos estéticos, con más de 732,000 tratamientos no invasivos registrados en 2022. Este aumento se debe en parte a la afluencia de pacientes extranjeros, que representan un 30.9% del total, atraídos por los costos competitivos y la calidad profesional del país.
“La medicina estética está avanzando rápidamente, y buscamos ser pioneros en ofrecer soluciones seguras y personalizadas que respeten la naturalidad de cada paciente”, afirma la Dra. Laura Mosquera, quien destaca que uno de los valores fundamentales de su clínica es priorizar la integridad y la autenticidad en cada tratamiento. La profesional resalta que su visión se centra en brindar información honesta y transparente, lo que permite que los pacientes tomen decisiones informadas y confiadas.
Hacia el futuro, el panorama de la medicina estética en Colombia y la región apunta a una integración aún mayor de tecnología, desde la inteligencia artificial hasta la medicina regenerativa, que optimizan la personalización y seguridad de los procedimientos. La demanda global de este tipo de tratamientos refleja una preferencia creciente por métodos accesibles que minimicen la invasividad y maximicen la seguridad, con un crecimiento anual proyectado del 9.5% en la industria global de la estética.
Con esta expansión y proyección tecnológica, la industria estética colombiana parece posicionarse como un actor clave a nivel global. La adaptación y creación de tratamientos personalizados basados en tecnología avanzada no solo contribuyen a consolidar el sector, sino que también fortalecen el reconocimiento de Colombia como un destino de innovación y alta calidad en medicina estética.
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